Molts mediterranis tenim un cert clixé dels nòrdics com a gent freda, distant, fins i tot una mica avorrida. En l’article que llegireu aquí es desmunta bastant aquest prejudici.
L’article és en castellà i està extret de l’interessant web de Yorokobu:
El secreto de la felicidad nórdica no tiene traducción (pero es fácil de entender)
Los prejuzgamos nadando en la abundancia, fríos, serios, poco sociables y hasta aburridos. Vale, el estilo de vida mediterráneo tiene muchas bondades, pero convendría limpiarse la mirada y abrir la mente para descubrir que países como Noruega, Dinamarca, Suecia y Finlandia son envidiables no solo por sus economías y sus sistemas educativos, sino también por figurar sistemáticamente en el ranking de países más felices del mundo.
¿En qué consiste esa felicidad y cómo la alcanzan? Con un producto interior bruto que ya lo quisiéramos, sí, pero también con una apacible filosofía de vida condensada, a veces, en una sola palabra para la que no tenemos traducción. Hagamos un repaso por algunas de ellas.
Kos
Esta palabra noruega representa, en solo tres letras, algo tan enorme como la felicidad que se experimenta cuando te sientes seguro, recogido, cómodo. Es la versión noruega del hygge, que se podría traducir como lo acogedor, lo confortable. Pero, a diferencia de la palabra danesa, el kos no se refiere tanto a un espacio físico que nos proporcione ese bienestar (el calor del fuego en invierno, una taza de café caliente cuando hace frío…), que también, sino a las relaciones humanas: una conversación interminable entre risas con amigos, un paseo tranquilo con tu pareja, una comida familiar… Es decir, algo así como pasar un buen rato.
Pyt
Si el hygge no llega o el kos se frustra, pyt, que dirían los daneses. Algo así como déjalo, no pasa nada, sigue adelante. Un hakuna matata de pelo rubio que suena en el alma como una palmada de ánimo, de consuelo, de sigue andando, que esto no es nada. Pyt fue elegida la palabra favorita de los daneses en 2018 en un concurso que organiza la Asociación de Bibliotecas de Dinamarca. Toda una invitación a tomarse la vida con calma y un recordatorio de que las cosas podrían ser peores.
Sisu
Asumido lo del pyt, toca tirar de sisu. En Finlandia es la palabra que usan para hablar de fuerza, de perseverancia, de eso que te nace en las entrañas y que te empuja a realizar cosas que jamás pensaste que podrías hacer. De coraje, en definitiva. Un artículo publicado en el New York Times en 1940 aseguraba que esta palabra de difícil traducción expresa lo que es el alma de Finlandia. La escritora finlandesa Joanna Nylund explica en su libro Sisu: The Finnish Art of Courage (Sisu: El arte finlandés del coraje), publicado en 2018, que es «una forma de pensar orientada a la acción».
Uitwaaien, friluftsliv y gökotta
Si hay algo que tienen en abundancia los países nórdicos es naturaleza. Normal que buena parte de su felicidad, de su bienestar y de su equilibrio esté ligado a disfrutar de ella.
Uitwaaien es una palabra holandesa que significa algo así como tomar una bocanada de aire fresco. Con ella hacen referencia a realizar actividades al aire libre para despejar la mente, dejar que el viento borre las angustias y el estrés de la cabeza, y conseguir relajarse. Una caminata, un paseo por la playa en días de viento, salir a montar en bici… Lo que cada uno quiera, pero fuera, en la calle.
A eso mismo hace referencia la enrevesada friluftsliv, palabra escandinava que usan suecos, noruegos y daneses que significa vida al aire libre. El primero en popularizarla fue el dramaturgo y poeta noruego Henrik Ibsen en su obra Casa de muñecas. Con ese término hacía alusión a la importancia de pasar tiempo en lugares remotos para el bienestar físico y espiritual, y los nórdicos, muy disciplinados todos ellos, lo ponen en práctica, aunque fuera caigan Filomena y todas sus primas juntas. Y a juzgar por lo bien que les sienta, va a ser cuestión de salir del gimnasio e ir a que nos dé el aire.
Los suecos hasta le ponen hora a esa actividad al aire libre y usan la palabra gökotta, cuyo significado literal es levantarse muy temprano para salir a escuchar el canto de los pájaros, para poner en práctica la filosofía de meditar, hacer ejercicio físico al aire libre… En definitiva, todo aquello que te permita alcanzar ese bienestar que tanto necesitas, pero fuera de las cuatro paredes de tu casa.
Lagom
Ni mucho ni poco, a eso hace referencia esta palabra sueca. Para los habitantes de Suecia, la felicidad está en encontrar la justa medida de las cosas, en el equilibrio. En coger de la vida solo lo que necesitas, sin excesos ni escaseces. Vivir rodeado de miles de cosas ¿de qué sirve si con dos o tres basta? Pero tampoco carecer de ellas. Y quien dice cosas dice sentimientos, pasiones, experiencias… Si algo deberíamos haber aprendido de la pandemia es esto, ser felices con la mitad de lo que creíamos necesitar. Los suecos llevan toda la vida practicando el lagom y mira lo bien que les va. Es hora de hacerles caso.
Kalsarikännit
Saber desconectar de una jornada de trabajo intensa no es fácil. Unos hacen ejercicio, otros leen, los hay que cocinan o leen un libro o se ponen su serie favorita… Pero en Finlandia optan por el kalsarikännit, o lo que es lo mismo, tomarse una copa o una cerveza solos en su casa y en ropa interior. Ojo, que decimos una, no una garrafa. ¿Hay algo más placentero que la libertad de quedarte en bragas en tu hogar para hacer lo que te dé la gana y sin dar explicaciones? Pues eso.
Fika
Algo más saludable (o mejor visto desde lo políticamente correcto) es lo del fika sueco. Es todo un ritual que ayuda a los curritos de ese país a desconectar durante la jornada laboral. Lo de la hora del bocadillo en España, pero con charlita de por medio, nada de tomarte el café frente al teclado o entre reunión y reunión. Y todos sabemos los efectos terapéuticos que tiene una buena conversación entre compañeros. No todo va a ser producir, producir y producir.
por Carmen Lago
La foto que encapçala aquest article està presa a Tempere, Finlàndia el Juny de 2017 i mostra gent gaudint d’una sauna pública al costat d’un llac.
3 Comments
Jo que sóc una fan dels paisos nòrdics i hi tinc una neboda allà subscrit tot el que diu l’article. Aquesta filosofia de vida i la natura que els envolta els ajuda’ molt a aconsseguir una mica més de felicitat. De totes maneres i dit per la meva neboda, quan arriba novembre decau molt per culpa de la foscor. I que fan? Doncs abrigar se molt i sortir al carrer . Sempre fora. La natura ajuda molt tant amb llum com a la foscor . Externa i interna també
Així és Carme.Jo admiro moltíssimes coses del tarannà nòrdic, però no els envejo ni el clima ni la teca ni el mam.Però tampoc m’agrada el tòpic dels mediterranis trempats i feliços i molt menys la “charanga y pandereta” made in Spain. Amén.
El que ens manca als mediterranis és aquest respecta per la natura que ells tenen. Saben gaudir-la molt millor que nosaltres. Sempre parlant de una majoria clar.
La foscor és molt dura i no tots la porten tant bé com sembla. Index d’alcoholisme elevat.
Jo no hi podria viure però són països qu3 sempre estic a punt per anar hi. Són com un bàlsam per l’ànima.